traducción Isabel Fernández
Había una vez una nación azul que vivía en el lado oeste de una montaña, allí donde se pone el sol. Y en la parte este, por donde sale el sol, vivía la nación roja. Las dos naciones se hablaban de vez en cuando a través de un agujero en la montaña, pero todavía no se habían visto nunca. Una noche uno de los azules llamó gritando por el agujero: “¡Eh, mirad que bonito,. el sol se está poniendo y el día se va!” “¿El día se va?” exclama el jefe. “¡Querréis decir que llega la noche, papanatas.!”...
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